sábado, 28 de enero de 2012

Mi Señor me sostiene

El Salmo 54 nos dice que el cristiano debe poner toda su fe, esperanza y confianza en Dios. El Señor nos sostiene con su infinita misericordia y no nos dejará caer en las trampas del mal. La oración es la clave de contacto directo con Jehová: nuestra ayuda, nuestro sostén, nuestra salvación, nuestra defensa. Pon en el Señor tu situación por difícil que sea y confía en Él, sin olvidar que alabar su santo nombre es bueno. La palabra de Dios dice que: 1 Oh Dios, sálvame por tu nombre, Y con tu poder defiéndeme. 2 Oh Dios, oye mi oración; Escucha las razones de mi boca. 4 He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida. 6 Voluntariamente sacrificaré a ti; Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.

domingo, 22 de enero de 2012

El amor de Dios dura por siempre

El Salmo 52 habla de cómo la misericordia de Dios nunca nos abandona. No importa que otros se muestren victoriosos en su maldad, tarde o temprano serán consumidos por la justicia divina. Confía en la misericordia de Dios que dura para siempre. Alaba a Jehová, tu Dios, espera en su justicia. Se feliz en el amor de Cristo Jesús. La Biblia en su santa palabra dice así en Salmo 52, versículos del 6 al 9: 6 Verán los justos, y temerán; Se reirán de él, diciendo: 7 He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus riquezas, Y se mantuvo en su maldad. 8 Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre. 9 Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.

sábado, 21 de enero de 2012

Anhelo de renovación interior

Hay en cada ser humano consciente de su vida espiritual un anhelo de ser transformado por el Señor. Un ferviente deseo de cambiar para bien, de ser alguien en la vida que inspire confianza, de ser agradable al Cristo Vivo. Por eso, esta lectura nos presenta al salmista en el Salmo 51 versículos del 8 al 17. El anhelo de David de ser renovado por Dios. Dice la Biblia: 8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido. 9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. 11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. 12 Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente. 13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti. 14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia. 15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza. 16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

domingo, 8 de enero de 2012

Súplica del Pecador Arrepentido

Tenemos a bien presentarles la primera parte del Salmo 51 versículos del 1 al 7 donde se muestra a una persona consciente de sus pecados, quien ha tomado la firme decisión de pedir perdón, de querer ser limpiado. Sólo la sangre de Cristo derramada en la cruz puede perdonarnos de pecado. Entrégale tu vida al Señor, deja que él entre a tu vida para que seas transformado y te conviertas en un verdadero triunfador en la vida, no solo terrenal sino para vida eterna a través de Cristo Jesús. 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. 5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. 6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.