El Salmo 57 nos habla de cómo un creyente tiene plena confianza en ese Dios misericordioso a quien servimos. Un Dios que nos ampara no importa en qué situación difícil nos encontremos. Un Dios que escucha cada súplica y favorece con el poder de su bendición. Alabemos al Dios verdadero, el Dios de gloria, el Dios de amor. Envía Señor tu misericordia y sálvanos. Gracias Señor Jesús por servir entre el Padre y nosotros. Amén.
El Salmo 57: 1- 5 dice así: "Ten misericordia de mí, oh
Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos. Clamaré al Dios
Altísimo, Al Dios que me favorece. El enviará desde los
cielos, y me salvará De la infamia del que me acosa; Selah Dios enviará su misericordia y su verdad. Exaltado seas sobre los
cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria".
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