domingo, 20 de noviembre de 2011

Ser cristiano: luz y sal del mundo

El pastor Ricardo Vallette de la Iglesia Bíblica Cristiana de Los Girasoles en Santiago, República Dominicana en su mensaje dominical titulado "La influencia de un siervo" nos hace ver cómo un cristiano no puede de ninguna manera dejarse influenciar de las tentaciones del mundo. El mundo solo ofrece peligro, corrupción y engaño. Léase 2 Timoteo 3:1; 2 Timoteo 3: 8-9; 2 Timoteo 3:13. Un cristiano debe marcar la diferencia de manera positiva, dicho de otra manera debe impactar con su forma de ser, sentir y actuar ante las personas de su contexto socio-cultural y natural. Un seguidor de Cristo debe ser como la sal de la tierra (Mateo 5:13). Una sal que preserva lo que es importante para nosotros, que provoca sed de aprender y crecer con el agua de la fe viviente, que proporciona sabor. Ese sabor que manifiesta el gozo de sentir la presencia del Espíritu Santo de Dios en nuestros corazones. Un seguidor de Cristo debe ser como la luz del mundo. Esa luz que provee la dirección, la conexión directa con el padre a través de Jesucristo, nuestro Señor. Véase Mateo 5:14-15; Juan 8:12. Una luz que alumbra en silencio como el siervo que sirve con amor no buscando llamar la atención hacia él, sino al Señor; que da la dirección, que ilumina el camino para que no haya tropiezos en tu vida cristiana y seas ejemplo para los demás; una luz que llama la atención con lo que hace, con el ejemplo que da a los otros, de cómo refleja el amor de Dios ante los demás. Bendiciones para todas aquellas personas que lean este mensaje, que se den cuenta que Jesús nos enseña un camino de amor, paz, gozo, verdad, luz y sal. Sólo en Cristo está la verdad que nos hará libre de pecados, está la santidad que nos permitirá ver al Padre y alcanzar la salvación eterna. Se luz que ilumina con tu accionar apegado a la palabra de Dios.

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