miércoles, 30 de noviembre de 2011

Aires de Navidad

El fin de año genera unas condiciones atmosféricas favorables para el intercambio social, familiar o de pareja. En verdad que las lluvias ligeras, el aire fresco, el cielo nublado o seminublado nos lleva a sentirnos con deseos de dar y recibir cariños, un abrazo, un apretón de mano, un beso... Es tiempo del chocolate caliente, la sopa, el salcocho... Es un tiempo propicio para celebrar, para estar juntos, compartir, brindar... Todo porque hace un poco más de dos mil años el Salvador, el Cristo nació en forma humana sobre la tierra (Lucas 2: 1-20). Motivo grandioso que generó la alegría y el gozo en el cielo y en la tierra. Los ángeles cantaban, los pastores se maravillaban. Mientras que el hijo de Dios nacía en forma humilde, como el más humilde de los mortales. A él no le interesaban las riquezas materiales, sino todo lo bueno que podría generar el corazón de la humanidad: paz, gozo, amor, perdón, libertad, justicia. Permite que en estas navidades Jesús anide en tu corazón y te ayude a transformar tu vida para bien.

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